Cánceres de huesos y osteosarcoma
Lo más frecuente es que el cáncer de huesos se deba a una metástasis, es decir, a un grupo de células cancerosas que se originaron en otra parte del cuerpo. Pero también hay cánceres que tienen su origen primario en el hueso: son el osteosarcoma y el sarcoma de Ewing.
El osteosarcoma es un cáncer de huesos que se da principalmente en adolescentes y en personas jóvenes. También puede presentarse en niños, a menudo en los huesos de la rodilla.
Los síntomas del osteosarcoma acostumbran a iniciarse con un dolor en la extremidad afecta, sobre todo después de realizar un esfuerzo físico. Si se observa con más atención, se detecta en la mayoría de los casos un bulto blando que tiene una temperatura superior a la zona corporal que lo rodea. Como todos los cánceres, la detección precoz es muy importante y para ello hay que acudir al médico. El problema es que a menudo los síntomas del osteosarcoma, al aparecer mayoritariamente en jóvenes, se confunden con otras causas, como por ejemplo los traumatismos por la práctica deportiva.
El sarcoma de Ewing es otro tipo de cáncer de hueso mucho menos frecuente. El médico especialista, mediante un análisis microscópico, es capaz de diferenciar las células cancerosas de un sarcoma de Ewing de las células de un osteosarcoma. El sarcoma de Ewing se produce sobre todo en la pelvis, en el fémur de la pierna, en el húmero del brazo y en las costillas. Cada tipo de cáncer tiene su tratamiento personalizado.
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